Para “terminar”
el juego hay dos opciones: llegar a la nave que está al otro lado del mundo o
construir tu propia nave.
En realidad construir la nave no es tan difícil, la
dificultad está en conseguir los
recursos, el tiempo, y sobre todo la tecnología. Todos esos elementos
además requieren que hayas adquirido cierta equilibrio, saber que regularmente
vas a recibir ataques, pero que también puedas recuperarte bien en poco tiempo.
También es importante colocar la nave en una zona que
esté bien defendida, no queremos que sea dañada durante un ataque.
Es evidente que es muy difícil construir la nave con los
materiales que tienes presente en la zona del planeta en donde caíste (o quizá
tienes suerte y caes alrededor de muy buenas minas). Pero como regla general la mayoría de veces toca comerciar por los recursos que necesitas para
poder construir tu nave, así que acumula recursos, comerciar con tu comida, es buena idea para conseguir dinero, pero
siempre y cuando la tengas en abundancia, y recuerda, la comida preparada es más
valiosa que la cruda, puedes vender los
textiles, pero si fabricas ropa con esas telas podrás sacarle más provecho,
etc.
Además no descuides cosas que parecen inútiles como la
calidad de los pisos, o las plantas en las habitaciones, esos pequeños detalles
ayudan a que tus colonos se sientan mejor y eventualmente eso los ayuda a desempeñarse mejor.
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